Parques bonitos en Madrid: Los más románticos y con historia

Cómo nos encanta hacer una escapada a los que vivimos en Madrid, todo sea por huir de la ciudad y que nos dé un poco el aire. Pero vino el confinamiento con las tijeras para cortarnos las alas y dejarnos presos. Lo de tener vacaciones y estar confinado no maridaba demasiado bien, así que busqué el lado positivo y decidí ser turista en mi ciudad, dedicando mis vacaciones a conocer parques bonitos en Madrid.

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Los hay románticos, misteriosos, cargados de historia, con vistas espectaculares y hasta con pavos reales. Os contaré las curiosidades de los parques bonitos en Madrid y lo que os vais a encontrar en cada uno de ellos.

Lo mejor de esta escapada urbana, es que logré estar rodeada de naturaleza en el centro de la ciudad y además, sin tener que coger el coche, puesto que se puede llegar a todos estos parques de Madrid en metro.

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El Retiro de Madrid

Fue Felipe IV quien decidió en el S. XVII que Madrid debía tener un parque digno de reyes. Un lugar dónde él y su corte pudieran relajarse y “retirarse” del mundo antes y después de las largas ceremonias que se realizaban en el Monasterio de los Jerónimos.

Felipe IV además ordenó construir un estanque dónde se debió de entretener de lo lindo simulando batallas navales. Ahora el estanque está surcado por barquitas a remo y habitado por gordas carpas sobrealimentadas por los niños.

Si queréis alquilar barquitas en El Retiro durante los festivos o fines de semana ir pronto, porque está lleno. Alquilar una barca en El Retiro cuesta 8 € por 45 minutos. También hay una barca solar que puede ser buena idea para ver el atardecer desde el lago del Retiro. El viaje dura 15 minutos y cuesta 2€ a los adultos, los niños menores de 4 años van gratis.

El lago del Retiro está vigilado por la atenta mirada de la imponente escultura ecuestre de otro rey, Alfonso XII. Bajo las patas de su caballo se esconde un mirador, al que podéis subir para tener unas estupendas vistas del Parque El Retiro.

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Durante la Guerra de Independencia, los invasores franceses utilizaron el parque de El Retiro como cuartel general y arrasaron con todo. No solo se cargaron el palacio construido por Felipe IV sino también, con todo el arbolado. Pero uno de los habitantes de El Retiro sobrevivió a esa destrucción francesa y aún podéis visitarlo.

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Este árbol se salvó, porque los franceses instalaron en su horcadura una pieza de artillería. Os hablo del Ahuehuete del Retiro, el árbol más viejo de Madrid. El abuelo de Madrid fue plantado en 1633 y aún continúa tan lozano en una de las esquinas de la «Plaza del Parterre», cerca del Monumento a Jacinto Benavente.

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En 1744 Carlos III ordenó construir en el Parque de El Retiro un zoo y más tarde Fernando VII construiría la Casa de Fieras. Un zoológico en el centro de Madrid dónde vivían osos, elefantes, monos entre otros muchos animales. Todavía continúan en pie aquellas instalaciones y ahora están ocupadas por la Biblioteca del Distrito de Retiro.

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Uno de los edificios más bonitos del Parque del Retiro es el Palacio de Cristal. Un edificio de cristal y hierro inspirado en el de Hyde Park de Londres. Se construyó en 1887 para alojar una exposición de plantas tropicales de las Islas Filipinas. En la actualidad, es un centro de exposiciones dependiente del Museo Reina Sofía. Podéis visitarlo, abre todos los días. Si queréis saber su horario y cuales son las exposiciones temporales que aloja, podéis consultarlo aquí.

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Otro de los lugares que no os podéis perder en este parque de Madrid se encuentra cerca del Palacio de Cristal y es una fuente curiosa, la del Ángel Caído. Antes de esta evocación diablesca, aquí había una ermita y más tarde aquí se construyó una fábrica de porcelana que destruyeron los franceses.

Para ocupar el espacio vacío que dejó, colocaron esta escultura que representa la expulsión de Lucifer del cielo. Tiene un dato curioso, está situada a 666 m de altura. No sé si se haría a propósito o no, pero es una clara referencia al número de la bestia. Éste no es el único ángel caído que hay en Madrid, si queréis descubrir dónde se encuentra el otro, pasaros por el blog del Microbiólogo Viajero. Además de llevaros de ruta por los bares más castizos dónde podéis tapear como un auténtico madrileño, os cuenta donde se encuentra el otro ángel caído de Madrid.

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Muy cerca de la escultura del Ángel Caído hay otro lugar que no os podéis perder del Parque El Retiro, sobre todo si vais en primavera, puesto que en esa época se convierte en uno de los rincones más espectaculares, floridos y fragantes de Madrid, la Rosaleda de El Retiro.

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Después del paseo, sentaos en alguna terraza para tomar algo para disfrutar tanto de la naturaleza como del buen ambiente que hay aquí. Este es uno de los parques bonitos en Madrid más concurridos, puesto que es un pulmón verde en pleno corazón de la ciudad.

Para llegar al parque de El Retiro en metro, bajaros en la estación de «Retiro», en la Línea 2.

Parque El Capricho

Una mujer ilustrada tuvo un capricho, crear un jardín romántico donde poder acoger tanto a sus amigos como a los artistas, escritores y a las personalidades más importantes del S. XVIII. María José de la Soledad Alonso Pimentél, duquesa de Benavente y Duquesa consorte de Osuna, impulsó la creación de este parque. El parque de El Capricho es uno de los parques más bonitos de Madrid, sin embargo, es un gran desconocido incluso para los madrileños.

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El jardín tardó nada menos que 52 años en construirse y la duquesa murió sin ver el final de las obras. Contrató a un arquitecto francés que había trabajado en Versalles, Jean Baptiste Mulot y en las 14 hectáreas que ocupa El Capricho, se recrearon jardines temáticos de inspiración francesa, italiana e inglesa cargados de simbología. Cuando los franceses invadieron Madrid, la duquesa huyó a Cádiz y éstos lo utilizaron como cuartel. Las obras quedaron interrumpidas y no se retomaron hasta que los franceses se marcharon del país.

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Nada más cruzar los tornos de entrada nos encontramos con una plaza circular. Era una plaza de toros dónde toreaban los diestros apadrinados por la duquesa. Si continuamos caminando por el pasillo central os encontraréis con el “Jardín de los Duelistas”. Allí veréis dos columnas jónicas separadas por 40 metros. Esta es la distancia reglamentaria para celebrar duelos. La duquesa quiso rendir tributo al duelo que mantuvieron Felipe de Orleans y Enrique de Borbón.

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Continuamos paseando y nos encontramos con una plaza llamada “los emperadores”. Doce bustos de emperadores romanos miran fijamente hacía la llamada “exedra”. Un templete soportado por columnas jónicas dónde podéis ver el busto de la duquesa de Osuna rodeado por esfinges egipcias. Es un conjunto que dicen que está lleno de simbología masónica.

Unos metros más adelante nos encontramos con un parterre presidido por la «fuente de las Ranas», también conocida como «la fuente de los delfines». A su derecha, veréis un laberinto, que representa la leyenda del Minotauro y al fondo se encuentra el Palacio de los Duques, la pena es que su interior no se puede visitar.

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En su momento las paredes del Palacio del Parque del Capricho estaban decoradas con los cuadros de Francisco de Goya, amigo de la Duquesa. Seis cuadros de temática brujeril a la que era tan aficionada la aristocracia ilustrada del momento y que representaba con un toque cómico las supersticiones y creencias populares españolas de aquellos tiempos. Algunos de estos cuadros los podéis ver ahora en el Museo del Prado.

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Al lado del palacio se esconde uno de los secretos del Jardín de El Capricho. Veréis que hay una puerta en la que pone “Bunker”. Esta construcción es de la Guerra Civil, aquí se encontraba la “Posición Jaca” del Ejército Republicano. Son 2.000 metros cuadrados a 15 metros de profundidad, diseñados para resistir los ataques aéreos. Si tenéis curiosidad por conocerlo podéis hacer una visita guiada. Aquí podéis reservarla, pero hacedlo con antelación porque en cuanto salen, las plazas vuelan.

Por encima del Bunker se encuentra el llamado “abejero” un palacio diseñado para las abejas rodeado por sus plantas favoritas. Se le atribuye connotaciones masónicas y es que, si os fijáis bien, este es uno de los parques de Madrid que esconde más misterios. Ocultos por los rincones del parque encontraréis muchos detalles y símbolos masónicos.

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El templo de Baco es otro de los lugares más bonitos de El Jardín del Capricho, dedicado a la diosa de la fertilidad “Venus”. Al lado, veréis alzándose sobre una columna a su antítesis, una escultura de Saturno devorando un cuerpo mutilado.

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Pero como el jardín de El Capricho se creó para ser disfrutado, como espacio recreativo que es, no puede faltar una zona de juegos. Primero nos encontramos con “El Fortín” un baluarte con forma de hexagrama rodeado por un foso, que se utilizaba para hacer juegos de guerra. Cerca de éste, se encontraba la zona de juegos. Durante la primavera sacaban dos juegos curiosos el de «la Sortija» y el del «Columpio».

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A este jardín no le puede faltar el agua. Veréis una pequeña ría que comienza en “el fortín” y termina en un lago. Cruzando la ría veréis un puente de hierro, éste fue el primer puente de hierro que se construyó en España. Está situado al lado del embarcadero dónde los duques y sus invitados cogían las barquitas para recorrer el lago.

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Bordeamos el lago y nos encontramos con el «Casino de Baile» al que se accedía por una doble escalinata, una era utilizada por los hombres y otra por las mujeres. Aquí era dónde los duques celebraban sus bailes y fiestas. Subid, porque desde arriba podéis observar desde las alturas «el jardín de flores«.

Cerca del Casino de Baile se encuentra la Ermita, éste lugar tiene una leyenda urbana un tanto extraña. Se dice que la duquesa le dijo a un vagabundo que le daría alojamiento y comida con la condición de que nunca se cortara el pelo ni las uñas. Se supone que le pediría esto, para que con su presencia, asustara a los curiosos que quisieran cotillerar. En la ermita veréis otro símbolo masónico, una pirámide bajo la que se supone que estaba sepultado el primer fraile que vivió en esta ermita.

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Cómo es uno de los parques bonitos en Madrid, no le falta detalle y hay hasta una casita estilo Hansel y Gretel, llamada la “Casa de la Vieja”. Este fue otro de los “caprichos” que tuvo la duquesa. Aunque en su interior ahora no hay nada, en su época se recreó una casa de labranza dónde la duquesa y sus amigos se entretenían jugando a ser labriegos. En su interior había hasta autómatas de tamaño real y las paredes estaban pintadas con escenas goyescas.

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La entrada al Jardín El Capricho es gratuita. Pero ojo porque el Parque El Capricho solo se puede visitar durante los fines de semana y festivos. Si tenéis mascota os la tendréis que dejar en casa, porque no se permite la entrada con animales de compañía, ni tampoco se puede entrar con bici o en patines, ni con comidas o bebidas. Tened en cuenta que es un parque histórico de Madrid.

Parque de El Capricho horario: Del 1 de octubre al 31 de marzo: Sábados Domingos y Festivos de 9:00 a 18:30 y del 1 de abril al 30 de septiembre abre de 9:00 a 21:00.

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Ahora con el Covid se controla el aforo, por lo que tratad de evitar horas punta ya que te puede tocar esperar en los tornos de acceso. La parada de metro más cercana para llegar al Parque de Capricho no tiene perdida es “El Capricho” en la línea 3 de metro. Se tarda unos 20 minutos en llegar desde el centro de Madrid.

Parque del Moro

Otro de los parques bonitos en Madrid que merece la pena conocer, es el del Campo del Moro. Pese a lo bonito que es tampoco es de los parques de Madrid más conocidos y visitados.

Su nombre es curioso y tiene su origen en un suceso de la Edad Media. Se sabe que visigodos y romanos habitaron la zona que ocupa Madrid, pero el origen de Madrid como ciudad, se debe a los musulmanes. Alfonso VI reconquista Madrid incorporándola a los dominios cristianos, sin embargo, los musulmanes no se quedaron con las manos en los bolsillos e intentaron tomarla de nuevo.

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Al frente, estaba un emir almorávide, Alí Ben Yufuf, quien acampó junto a su ejército en 1109 en el terreno que ocupa este parque. De ahí viene el nombre de Parque “El Campo del Moro”.

Estos terrenos fueron comprados siglos después por Felipe II en el S. XVI. Estaban situados al lado del Alcázar por lo que era un lugar perfecto para que el rey y su corte celebran sus fiestones, pero el Alcázar se incendió y los jardines pasaron al olvido.

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No sería hasta 1844 cuando la reina Isabel II decidió arreglarlos dándoles un estilo de jardín inglés decimonónico. El Parque del Moro tenía un problema y es que hay mucho desnivel entre el Palacio Real y el jardín, por lo que no podían conectarse. Sin embargo, esa altura fue aprovechada para crear una estupenda perspectiva. Si venís hasta aquí tendréis la foto más bonita del Palacio Real de Madrid.

Hay otro dato curioso, aunque no se puede visitar podéis ver la puerta de acceso a un túnel que unía el Parque del Moro con el terreno que ocupa ahora Madrid Río y la Casa de Campo, el llamado «Túnel de Bonaparte». Un acceso de seguridad que se construyó para que «Pepe Botella» no sufriera un atentado por parte de los madrileños insurrectos.

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En el Parque del Moro no faltan las fuentes . Hay dos de estilo neoclásico de mármol blanco, la de los Tritones y la de las Conchas. En el jardín también veréis unas cuantas esculturas entre ellas la de Isabel II.

Estos jardines se abrieron al público 1978, cuando el emérito Rey Juan Carlos, regaló El Parque del Moro a Madrid el día de su cumpleaños.

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En las veinte hectáreas que ocupa el Parque del Moro os veréis rodeados por setenta especies de árboles, algunos centenarios y con alturas impresionantes. Dad un paseo porque es uno de los parques bonitos en Madrid y además os servirá para desconectar de la ciudad entre pinos, robles, tejos, incluso hay secuoyas que fueron un regalo de Bill Clinton. Lo mejor de todo son los habitantes del parque. Aquí no solo veréis patos sino que también hay preciosos pavos reales que pululan alrededor de un pequeño estanque.

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También os encontraréis con dos casas peculiares que convierten a éste en uno de los jardines eclécticos de Madrid dándole una pincelada rural: el Chalet de la Reina, una casa de estilo tirolés que se construyó en honor a la Reina María Cristina de Habsburgo y el Chalet de Corcho.

La entrada al Parque del Moro es gratuita, como es un parque histórico no se permite la entrada con bici, comida no tampoco se permiten las mascotas o hacer deporte. El acceso a este jardín es por el Paseo Virgen del Puerto y la parada de metro más cercana para llegar al Parque del Moro es la de Príncipe Pío de la Línea 10.

Jardines del Templo de Debod

¿Quién dice que no se pueda viajar a otros lugares sin moverse de Madrid? Conocer los jardines del Templo de Debod supone hacer una escapada al Egipto más faraónico ya que aquí, se encuentra un pequeño templo dedicado a Amón.

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El templo de Debod iba a ser tragado por las aguas de la presa de Asuán, pero lo salvaron. En 1968 fue trasladado piedra a piedra desde Egipto hasta esta zona elevada llamada el Cuartel de la Montaña en Madrid, situado en un lado del Parque del Oeste.

El Jardín que rodea al templo de Debod trata de recrear su entorno original, para que el templo se sintiera en su salsa por lo que además de cipreses, plátanos y otros árboles, se plantaron numerosas palmeras y palmitos. Creo que es el lugar de Madrid dónde hay más palmeras.

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Fue construido en el S. II a.C por el rey nubio Adijalamani de Meroe. Por aquel entonces el Templo de Debod estaba ubicado en territorio que pertenecía al reino de Kush del que ya os he hablado en otros posts. Posteriormente el templo fue ampliado por otros faraones egipcios e incluso por los romanos. Si tenéis curiosidad y queréis conocer un poco más de su historia echad un ojo a este enlace de Wikipedia.

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Si queréis conocer por dentro el templo de Debod, tenéis que saber que la entrada es gratuita y su horario es: de martes a viernes de 10:00 a 15:00 y sábados, domingos y festivos de 10:00 a 20:00.

No os vayáis de los jardines del templo de Debod sin contemplar la estupenda vista que se tiene desde sus miradores. Por un lado, podéis ver la Casa de Campo y por otro la Catedral de la Almudena y el Palacio Real.

Para llegar a los Jardines del Templo de Debod, el metro más cercano es el de Plaza de España en las Líneas 3 y 10.

Jardines de Sabatini

Los Jardines de Sabatini deberían estar incluidos dentro de la lista de los parques de Madrid más bonitos, el problema es que no se pueden visitar. Es uno de los jardines cerrados en Madrid por las obras que se están realizando en la Plaza de España, habrá que esperar hasta el verano, cuando terminen las obras, para poder visitarlo.

Después de la nevada que cayó en enero y tras pasar un tiempo cerrados, de nuevo están casi todos abiertos, así que no tenéis excusa para disfrutar de la primavera en alguno de los parques más bonitos en Madrid.

Feliz fin de semana 😊

18 comentarios en «Parques bonitos en Madrid: Los más románticos y con historia»

  1. Querida jardinera madrileña,
    Que bonito paseo por Madrid. Yo soy de los que no ha pisado ni el campo del moro, ni el jardín del capricho. Así que está primavera me voy para allí corriendo. Muchas gracias por citarme en tu entrada de esta semana. Yo soy un apasionado de la estatua del ángel caído, será por mi lado diablesco. Una curiosidad del templo de Debod es que el gobierno egipcio lo donó para salvarlo de las aguas del embalse de Aswan, pero con la condición que en el nuevo emplazamiento elegido al templo le diera el sol. De hecho otro de los templos donados terminó en el museo Metropolitan de New York. En este caso el museo tuvo que crear una sala acristalada hacia Central Park para poder cumplir con los requisitos. Esta primavera ni el covid, ni las alergias me impedirán que me acerque a los pulmones verdes de Madrid siguiendo tus consejos blogueros.
    Un beso y feliz fin de semana sin nieve.

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    • Pues muy mal!! En cuanto regreses ya te estás dando una vuelta por ambos, porque son realmente bonitos, mira que no conocerlos , ya te lo estas apuntando para cuando desaparezca invernalia de nuestras vidas. Un besote y buen domingo

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  2. Esta publi para mi es muy emotiva porque me ha traído muy buenos recuerdos de Madrid, porque allí viví unos cuantos añitos. ¡Cómo echo de menos patear sus calles y parques! De hecho, conocí todos de los que nos hablas pero confieso que no tenía ni idea de la mitad de las cosas que nos cuentas. Mi favorito siempre fue El Capricho y eso que tuve un mal encuentro arácnido que aún me sigue estremeciendo.

    Pero sí, son visitas muy interesantes y recomendables. En la última que hice, de paso y entre vuelo y vuelo, teniendo unas horitas de por medio no pude resistirme a tomar un buen desayuno frente a Neptuno para tener fuerza suficiente para recorrerme el Retiro con los kilitos que pesaba mi mochila y que no eran pocos. ¿Y sabes qué? No quería fotografiar, sólo buscaba disfrutar y respirar, relajarme y rememorar. Porque Madrid, esa enorme ciudad donde todo parece ir tan deprisa, también tiene sitio para la relajación y la reflexión.

    Un abrazo, muy feliz semana.

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    • Pues eso mismo buscaba yo! Ya que no podía ir fuera de la Comunidad y lo que quería era estar en el campo, encontré estos pequeños oasis de naturaleza y tranquilidad. Además de estos hay muchos más y bien interesantes, pero no los he puesto para que no fuera el post eterno. Un abrazo y disfruta de este finde invernal, por cierto…todas las fotos del post son con el móvil

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  3. No conocía el parque de los caprichos, creo que ya tengo una visita para la próxima visita que pueda hacer a Madrid

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    • Pues no te lo pierdas la próxima vez que vengas porque es uno de los más bonitos y misterioso de Madrid!! Buen domingo

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  4. Ey! Qué Madrid es muy arbolado (bueno, ahora menos), y es la que más km2 de parque tiene de toda España Te da para una segunda y tercera parte, eh? Vivimos rodeados de parques! A ver si llaga ya la primavera y se va la mascarilla, para que podamos salir a los parques a respirar… la alergia Me quedo con el Capricho Un abrazo y buena semana!!!

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    • 🙂 Así es David, no puse más para no hacer el post eterno, pero volveré con las Quintas que tenemos en Madrid que también son muy chulas. El día que podámos quitarnos el bozal pienso quemarlas en alguna hoguera de San Juan. Estoy contigo, yo tb me quedo con el Capricho. Un abrazo David y buena semana 🙂

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    • Espero que pronto puedas pegarte un buen paseo por Madrid Evelyn, eso significará que por fin todo ha pasado. Un abrazo y buen fin de semana¡¡

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    • Pues ya sabes, en cuanto podamos viajar te vuelves ¡pa Madrid¡ y así visitas los que te faltan que te van a encantar. Un abrazo y pasa muy buen finde

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  5. Curiosas historias se esconden en ests lares. Estoy seguro de que muchos paseante no tiene ni idea de lo sucedió en estos jardines.
    Después de ler este artículo ya tengo nuevo itinerario para cuando vuelva a Madrid, puesto que sólo visité dos de los cinco que nombraste.
    Buen finde.

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    • Hola David¡¡ si no conoces el parque del Capricho te recomiendo que te des un paseo por el la próxima vez que vengas a Madrid, está lleno de rincones curiosos y además es un parque lleno de encanto. Todavía tengo pendiente hacer otra entrada con otros parques que visitamos y fijaté que viviendo en Madrid muchos de ellos ni los conocía, así que aunque sigamos confinados se pueden ir descubriendo rincones nuevos 🙂 Un abrazo y pasa buena semana

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