Parque Nacional de Nikko: Qué ver en Nikko en un día

El Parque Nacional de Nikko se encuentra a unos 140 Kilómetros al noroeste de Tokio. Desde la capital nipona necesitarás un par de horas en tren para plantarte allí. Es difícil imaginar que tan cerca de la ciudad se encuentre un lugar tan mágico, de naturaleza exuberante y preciosos templos ocultos bajo las ramas de inmensos cedros.

Después de pasar varios días en la ciudad nos apetecía huir del asfalto y del ruido de los panchikos tokiotas, por lo que el Parque Nacional de Nikko prometía ser la escapada perfecta para dar una tregua a Tokio. Pero Nikko no solo merece la pena por sus templos cargados de simbolismo sino también por su entorno que es completamente espectacular.

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Normalmente los turistas pasamos un día aquí, pero si te gusta el senderismo y disfrutas en la naturaleza, merece la pena que pases en el Parque nacional de Nikko un par de días, para que así te dé tiempo a dar largos paseos entre valles, lagos, bosques, cascadas y aguas termales.

Hoy en el blog regresamos a Japón en busca de las antiguas leyendas escondidas en los bosques del Parque Nacional de Nikko y, además, te contaré todo lo que ver en Nikko en un día.

¡Comenzamos¡

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Qué ver en Nikko en un día

El Parque nacional de Nikko cuenta con una extensión de 114.908 hectáreas que se dividen en dos áreas: Nasu en el norte y el área sur formada por Nikko, Kinugawa y Shiobara. Esta es una zona formada por un cinturón volcánico donde sobresalen altísimas montañas de más de dos mil metros de altitud.

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Estas montañas atrajeron desde la antigüedad a monjes que soñaban con conquistar sus picos. Las consideraron sagradas y mágicas algo que propició que en sus faldas se construyeran templos rodeados por “Tōrōs” las antiguas linternas de piedra que iluminaban el camino para llegar a los templos cubiertas por musgo.

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Los templos de Nikko son Patrimonio de la Humanidad. Desde su construcción, los monjes los han cuidado con mimo y sus restauraciones han seguido escrupulosamente los planos originales, utilizando las mismas técnicas tradicionales que se emplearon durante el periodo Edo.

Santuario Nikko Toshogu

El Santuario Nikko Tosghogu fue construido en el s. XVII, una época en la que Japón estaba gobernada bajo la dictadura de los shogunes. Éstos encabezaban el poder político y militar del país, mientras que el emperador tan solo ostentaba el poder religioso y espiritual, era el enlace con los dioses.

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El último shogunato en Japón fue el “shogunato Tokugawa” que duró 264 años, también se le llamó “shogunato Edo”.  En este templo podrás ver el mausoleo del primer shogun Tokugawa y este uno de los lugares que has de poner en tu lista de qué ver en Nikko en un día.

El último deseo del shogun fue que se levantara un templo para acoger su espíritu. Quería perpetuarse como un dios, como “la gran deidad del este brillante” todo para asegurar que la paz y el orden reinaran por siempre en Japón.

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El templo se fundó tras su muerte en 1617. En un principio era muy modesto pero su nieto se encargó de ampliarlo, construyendo 55 edificios formando un complejo espectacular. Recorrerlo te llevará un buen rato y lo has de poner en el número 1 en tu lista de lugares que ver en Nikko.

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 Lo más relevante que ver en el Santuario Nikko Toshudo es:

-La puerta Yomeimon.

-Una pagoda de cinco pisos que no tiene cimientos.

– El gato dormido, los tres monos y los elefantes imaginarios.

-El santuario principal.

-Y el mausoleo, que se encuentra en la parte superior donde se supone que se encuentran los restos del shogun.

Además, su nieto quiso que el acceso al templo fuera más monumental, para ello ordenó que se plantaran 200.000 cedros alineados. 12.500 cedros aún continúan guiando los pasos de los turistas hacia el Santuario Nikko Toshogu.

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Los santuarios de madera están mimetizados entre la vegetación. El calor era increíble, hasta las chicharras se quejaban con un ruido ensordecedor, para eso estábamos en agosto. Suerte que los altísimos cedros sombreaban el camino.

El santuario Nikko Toshogu es curioso, es un templo sintoísta por lo que su decoración debería ser austera y discreta, sin embargo, lo que estábamos viendo estaba lejos de ser minimalista. El templo Nikko Toshogu parecía más un templo budista puesto que está muy ornamentado con tejados dorados y policromía por todas sus esquinas. Imposible encontrar algo parecido en Japón porque en la época Meiji todos los símbolos budistas fueron borrados de los templos sintoístas, sin embargo, aquí se respetaron.

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Atravesamos la puerta Yomeimon. De las 5.100 esculturas que hay en el Santuario Nikko Toshogu la puerta Yomeimon es la más famosa porque tiene nada menos que 400 adornos. Como es tan bonita y uno no se cansa de mirarla aquí popularmente se la conoce como “higurashi-no-mon” que significa algo así como “mirarla hasta el atardecer y no tener suficiente”.

Detrás de ella se encuentra un templo que acoge un “dragón llorón” lo verás pintado en el techo. La tradición cuenta que hay que pararse debajo del dragón y golpear dos bloques de madera, el sonido se asemeja al de un sollozo. Pero el poder para hacer llorar al dragón solo lo tienen los monjes sintoístas del templo.

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De ahí nos dirigimos al templo principal pero antes de hacerlo hay que seguir las tradiciones y lavarse. Hay una pila de piedra donde cogeremos agua con un larguísimo cucharón de madera. Ten en cuenta que el cubito no puede tocarte la boca. El agua hay que echarla en las manos, lávatelas y luego has de beber agua de tu mano, nunca del cucharón.

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Tras el ritual entramos en el templo Sakashitamon. Nos quedamos bajo el dintel de la puerta de acceso y miramos hacia arriba, hay un pequeño gato dormido. Pero no es un minino cualquiera, en realidad representa el espíritu del poderoso shogun. 

Entre los altísimos arboles verás una escalinata que conducen hasta el mausoleo que guardan los restos del Shogun Tokugawa. 

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Además de esto, en el santuario Nikko Toshogu verás varias piezas que son una joya del arte del periodo Edo como animales míticos chinos en una de las puertas correderas o el trío de monos que no ven, no oyen y no hablan mal, así como elefantes imaginarios. Todos salieron de la imaginación de uno de los grandes artistas de este periodo, Kano Tanyu. 

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Datos prácticos del Santuaro Nikko Toshogu:

Horario:
De Abril a Octubre: 08:00 – 17:00
De Noviembre a Marzo: 08:00 – 16:00
La última entrada se permite 30 minutos antes del cierre

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Precio entradas:
Templo:  1300 JPY / 12 USD
Museo:  1000 JPY / 9 USD
Combinada templo y museo – 2100 JPY / 19 USD

Como pueden cambiar tanto el horario como el precio de las entradas echa un ojo a su web para tener esta info actualizada.

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Santuario Futarasan Nikko

A orillas del lago Chuzenji se construyó el templo más antiguo de Nikko cuando llegó aquí el monje Shonin en el s. VII. Él fue quien introdujo en Nikko el budismo. A diferencia de otros monasterios de la zona este es más modesto, pero como está mimetizado en la naturaleza hace tener un aspecto encantador, quizás porque es un templo dedicado al monte Nantai al que se le consideraba que apaciguaba la ira de los dioses.

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Cerca del santuario Futarasaran se encuentra el lago Chuzenji del que te hablaré después. Su agua procede de tres manantiales, agua a la que se atribuye poderes especiales, para conseguir la juventud, tener más sabiduría y para sanar la vista. Una curiosidad, al santuario Futarasaran acuden todos los que quieren echarse novi@.

Aquí tienes más info sobre este templo.

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El puente Shinkyo Nikko

Muy cerca del templo Futarasan se encuentra otro de los lugares pertenecientes al patrimonio de Humanidad que ver en Nikko. El puente rojo Sinkyo se construyó en 1636 y sus 28 metros de largo cruzan de un lado a otro el río Daiya-Gawa.

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Una leyenda cuenta que el primer monje budista de Nikko pidió ayuda a los dioses para cruzar el río, de repente aparecieron dos serpientes que se transformaron en un puente. El puente pertenece al santuario Futarasan-jinja.

Solo el shoghun estaba autorizado a cruzar el templo ahora cualquiera puede hacerlo, aunque lo chulo es ver el puente desde la distancia con el bosque como telón de fondo por un lado y por otro, el camino que conduce hasta otro de los templos que ver en Nikko en un día, el Templo Toshogu.

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Templo Taiyuin

El diseño del templo Taiyuin es parecido al de Toshogu. Aquí se enterró el tercer Shogun el nieto de Tokugawa Leyasu, por lo que éste no quiso que su mausoleo fuera más ostentoso que el de su abuelo. El león que verás es otra obra de arte del periodo Edo, así como la sala de oraciones. Es un santuario repleto de obras de este periodo, por lo que te recomiendo incluirlo en la lista de lugares que ver en Nikko en un día.  

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Templo Rinnoji

El último templo del que te voy a hablar es budista. Lo fundó Shodo Shonin en el s.VIII y es el más antiguo de la zona. En su interior se encuentran tres estatuas de madera lacada, son las deidades que representan a las montañas de Nikko son hermanas de las que hay en el templo de Futarasan. También tiene un jardín japonés con estanque.

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Otros lugares que ver en Nikko Japón

Si te quedas más de un día en Nikko o si con un templo tienes más que suficiente, te propongo que además del templo Nikko Toshogu incluyas otros lugares en tu lista de que ver en Nikko en un día. Salvo uno de ellos todos están relacionados con la naturaleza:

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Lago Chuzenji

Uno de los lagos volcánicos que puedes conocer en el Parque Nacional de Nikko es el Lago Chuzenji. Está a unos 10 km de Nikko. Muy cerca se encuentra la cascada Kegon, puedes subir en un ascensor hasta su parte más alta para ver cómo se precipita el agua.

Cerca de aquí puedes aprovechar para ver el santuario de Futarasan y también se encuentra una embajada de la que te hablo a continuación.

Villas de los embajadores ingleses e italianos

Durante el periodo Meji allá por 1896 los diplomáticos extranjeros destinados en Japón decidieron construir casas de verano en Nikko para huir de los calores veraniegos tokiotas. Hay dos villas que ver en Nikko: la británica e italiana. Ambas se encuentran en los alrededores del lago Chuzenji por lo que es una buena excusa para dar un paseo por la orilla del lago.

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Las Cascadas Urami

En el caso de que te apetezca realizar una ruta de senderismo para buscar las cascadas ocultas entre la vegetación y pequeños templos dedicados a dioses sintoístas, busca el sendero a la cascada de Urami. En esta web tienes la info y ruta de la cascada.

Parque Nikko Daiyagawa

Otro lugar para relajarse en la naturaleza es el parque Nikko Daiyagawa, el río atraviesa el parque y como telón de fondo tendrás las montañas de Nikko. Además de restaurante también tiene camping por si quieres acampar aquí.

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Las granjas Ozasa y Kotoku

Si lo que te apetece es conocer de cerca el mundo rural japonés, puedes ir a visitar la granja de Ozasa o la de Kotoku. Aquí puedes hacer desde cursos de comida japonesa, probar los quesos de sus cabras o hacer recorridos a caballo. Si vienes en invierno hacen recorridos en moto de nieve.

El valle Ryuo

Si te gusta el senderismo puedes hacer una ruta fácil de unas 4 horas siguiendo el curso del río Kinugawa. Son 7 km de trayecto entre Kimugawa Onsen y Kawaji Onsen donde verás cascadas, formaciones rocosas rodeadas de bosques. Se considera una de las rutas más chulas en Japón para hacer en otoño.

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El Lago Ikari

El lago Ikari es un lago artificial, que se encuentra en el Parque Nacional de Nikko. El mejor momento para venir a conocerlo es en otoño para contemplar las tonalidades amarillentas y cobrizas de los árboles que rodean al lago.

Como llegar a Nikko

La forma más sencilla de llegar a Nikko es en tren expreso desde Tokio. El expreso Tobu lo puedes coger en la parada de Asakusa o bien en la de Shinkuju. El trayecto dura 1h:50min. En este enlace tienes toda la info.

Si solo vas a pasar un día en Nikko te recomiendo que te saques el billete de ida y vuelta, puesto que te saldrá más barato.

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Si tienes el Japan Rail Pass puedes llegar en sinkansen. Para llegar a Nikko lo puedes coger en las estaciones de Tokio o en la de Ueno pero no va directo. Primero tendrás que bajarte en Utsunomiya y allí cambiar al JR Nikko. Nosotros aunque lo teníamos fuimos en el tren local, ya que iba directo.

Una vez llegues a Nikko te preguntarás como te puedes mover allí. Tienes dos formas de hacerlo. Lo más sencillo es comprar en la estación de Nikko o en el Centro Turístico el Tobu-Nikko un pase ilimitado para subir en los autobuses Tobu. Nosotros utilizamos el taxi.

Aquí tienes el plano y los diferentes medios para moverte por Nikko.

Si vas a estar más tiempo ten en cuenta que hay un pase de dos días que incluye el tren Tobu desde Tokio y el bus dentro del Parque Nacional de Nikko.

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Si viajas al país del sol naciente incluye Nikko en tu lista de lugares que no te puedes perder, a mí me pareció uno de los lugares con más encanto de Japón eso sí, terminamos reventados de andar. Te recomiendo que el día que vengas a Nikko madrugues para que te dé tiempo a visitar lo máximo posible.

¿Y tú, conoces Nikko? ¿Qué es lo que más te ha gustado?

Feliz fin de semana 😊

4 comentarios en «Parque Nacional de Nikko: Qué ver en Nikko en un día»

  1. Querida consumidora insaciable de sushi y de cultura nipona,
    Estoy seguro que si voy a Japón no voy a perderme este lugar de ensueño.Un bosque con templos y rincones preciosos. Creo que voy a ponerme ya con esas clases de Japónes para principiantes.
    Un beso y feliz fin de semana

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  2. Lugar mágico! Sobre todo si hay serpientes capaces de convertirse en puente, y si en uno de sus templos rejuveneces no me extraña que la gente pase por ahí con la intención de ligar. Bonito lugar relajante has inmortalizado. Un abrazo!

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    • Ya ves que sitio, uno de esos lugares de leyendas de los que te gustan a ti:)Feliz finde David, un abrazo¡¡

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