El país Lobi: Los hijos del bosque

Viajamos hasta Burkina Faso para conocer el País Lobi. El origen de este grupo étnico se encuentra en su país vecino, Ghana, país del que emigraron. Los Lobi se marcharon de Ghana, no solo para encontrar nuevas tierras sino también porque no les quedó otro remedio que huir. Durante el S. XIX los negreros acechaban su territorio en busca de esclavos, así que la mejor solución que encontraron fue marcharse a Burkina Faso.

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Para conocer las aldeas de los lobi hay que viajar hasta la localidad de Gaoua. Aquí, en Gaoua, la capital del País Lobi, pase unos días. Es un buen sitio desde dónde explorar las aldeas lobi, en las que aún perviven arraigadas costumbres y tradiciones ancestrales que caracterizan a este grupo étnico.

Quienes son los Lobi

Los Lobi son uno de los grupos más peculiares de Burkina Faso, entre otras cosas porque durante mucho tiempo la única autoridad que reconocían era la del brujo de su aldea. A los franceses no se lo pusieron fácil. Estos se las vieron y desearon para doblegarles durante el periodo colonial y más tarde también supusieron un auténtico dolor de cabeza para el gobierno burkinés. Siempre intentaron conseguir su independencia y lucharon para defender su territorio e intereses, utilizando incluso sus flechas envenenadas.

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Lobi significa “hijos del bosque” y engloba siete grupos étnicos diferentes. Aunque son distintos entre si, tienen cosas en común, como practicar ritos como «el joro”, un rito de iniciación por el que los niños pasan a la etapa adulta, que se realiza cada siete años.

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La principal actividad de los Lobi es la agricultura, también son cazadores-recolectores, pero lo que realmente encierra en el corazón de un Lobi es el alma de un guerrero.

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Que vais a encontrar en las Aldeas Lobi

Si te gusta la etnología vas a disfrutar mucho recorriendo las aldeas Lobi, ya que conocerás una cultura ancestral y apasionante. La globalización anda al acecho por estas tierras e inevitablemente ha provocado muchos cambios en su forma de vida. Con el tiempo, seguramente muchas de sus tradiciones terminarán, desapareciendo.

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Si estáis cerca de Gaoua en Burkina Faso una de las mejores cosas que puedes hacer es acercarte a algún un poblado Lobi, no solo para conocer la peculiar arquitectura de sus casas sino para conocer de cerca el día a día de los Lobis, escuchar las historias de sus ancianos, aprender algo de sus creencias animistas, entre las risotadas de los niños revoleros que seguro que te acompañarán a cada paso que des en la aldea y harán que tu ruta por el país Lobi sea algo muy especial.

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Las Sukalas de los Lobi

Las casas donde viven los lobi se llaman “sukalas”, son como pequeñas fortalezas hechas de adobe. Los Lobi practican la poligamia, así que cada casa corresponde a una familia compuesta por el marido, sus varias mujeres y los hijos que ha tenido con cada una de ellas.

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Las sukalas no tienen ventanas, solo hay una puerta para acceder a ellas y este es el único sitio por donde entra la luz. Así que una vez que entras dentro de la Sukala reina la más absoluta oscuridad. Es curioso, ellos ven en el interior perfectamente, pero recuerdo que cuando entraba en una sukala era como un topo. Mis ojos tardaban bastante en acostumbrarse a la falta de luz. Cuando entraba iba con sumo cuidado, ya que me daba miedo romper algo. Hubo un momento en el que pensé que iba a emular al mismísimo rompetechos ya que estuve a punto de cargarme las escasas pertenencias que tenían en su interior.

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En el interior de la sukala además de una pequeña cocina, el resto del habitáculo están formado por habitaciones. Cada mujer posee su propia habitación en la que duerme con sus hijos. La mejor habitación corresponde siempre a la primera mujer.

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En la habitación, apiladas verticalmente contra la pared había grandes ánforas de cerámica, colocadas una encima de otra de tal forma, que formaban un muro. Allí es donde las mujeres Lobi guardaban sus tesoros, dinero y pequeñas joyas. La costumbre de guardar allí sus bienes más preciados, se basa en la creencia de que si alguien entra en la casa con intención de robar, al intentar sacarlas las romperá y el ruido, alertará a los dueños que podrán detener al ladrón.

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Una de las cosas que progresivamente están desapareciendo en el país Lobi es esta forma tan peculiar de edificación, las Sukalas. En uno de los poblados que visité, me di cuenta que junto a una Sukala que estaba deshaciendo como un azucarillo tras la última temporada de lluvias, se habían construido casas de ladrillos y cemento con el típico techo de uralita. Entiendo que ir medio encorvado y a oscuras dentro de una casa ha de ser incómodo y debe ser un coñazo rehacer las sukalas después de cada periodo de lluvias. Sin embargo, me dio pena pensar que dentro de unos años las sukalas terminen siendo un recuerdo y que las casas de los pueblos lobi terminen siendo una sucesión anodina de bloques de cemento con techo de uralita.

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El mundo de los Lobi

Me contaron que el hombre no puede entrar en las habitaciones de las mujeres, sino que son las mujeres las que van a su habitación. En el techo de cada habitación de las mujeres lobi había un agujero, con una escalera e forma de “v”. En el tronco habían hecho hendiduras con forma de peldaños y servía para dar acceso al la habitación del hombre.

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Los Lobi son polígamos, la primera mujer la elige la familia del hombre y el resto de sus esposas las elige él.  Cada día de la semana duerme con una distinta, excepto cuando tienen el periodo o bien durante los tres meses siguientes a dar a luz.

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En la sociedad Lobi está muy bien visto que los hombres tengan muchas mujeres. Es más, ha de tener todas las que su economía le permita mantener. Si un Lobi no tuviera varias mujeres se le consideraría “un flojo”. Además, el hecho de tener varias mujeres implicará tener mucha descendencia, es decir, más mano de obra para trabajar en el campo o en el cuidado del ganado.

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Les pregunté cómo el hombre podía tener tanta energía para “atender” a tantas mujeres a la vez. La respuesta que me dieron fue que si el hombre pega un día el gatillazo, la mujer puede ir a hablar con la suegra para quejarse (aunque no se si esto es una buena idea). La suegra averiguará porque su hijo no había cumplido. Al final, según me contaban, la culpa siempre se la terminaban echando a ellas y la suegra le responderá que su hijo estaba revenido, porque el plato de mijo que le había puesto para comer estaba para vomitar o porque seguro que ésta hizo algo que le molestó al hombre y por eso él no pudo consumar como es debido.

Es necesario que tengan hijos porque la mano de obra es muy necesaria en los quehaceres del campo. No hay maquinaras, las herramientas son completamente rudimentarias y los burritos son las mejor ayuda para el agricultor lobi.

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Musée du Poni

Como os contaba antes, Gaoua es la capital de los lobi. De los tres días que pasé aquí una de las mañanas la dediqué a visitar un precioso museo etnográfico, se llama “Musée du Poni”. Si venís aquí os recomiendo que lo visitéis. Es un buen lugar para conocer muchas curiosidades del pueblo Lobi y ver como han cambiado.

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Lo fundó una religiosa y etnógrafa francesa, la madre Madeleine Père. Gracias a ella, ha llegado hasta nosotros un legado en forma de fotografías y objetos, que constituyen un tesoro histórico y antropológico para conocer al pueblo Lobi y que podéis ver en este museo.

El museo me apasionó, ya que a través de las fotografías que captó la madre Père podemos saber cómo era el pueblo Lobi antes del periodo colonial. No puedo mostraros fotografías porque no me dejaron hacer fotos en el interior museo. En ellas se veía a los hombres Lobi con el pelo largo, algunos con rastas que se modelaban con aceites y barro. Los hombres se ataban el pene con una cuerda a su cintura y las mujeres iban de igual forma desnudas tan solo cubiertas sus partes púdicas con un pequeño taparrabos hecho con hojas. En algunas fotografías se veía a muchas mujeres con tapones labiales. Esta forma de decoración femenina está desterrada y solo lo llevan algunas ancianas.

Aparte de las fotografías, en el museo Poni hay numerosos objetos y artefactos de uso cotidiano. Por supuesto, no faltan un montón de amuletos y brazaletes, imprescindibles en su cultura profundamente animista.

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La forma en la que “no se vestían” la abandonarían en los años setenta. Ir semidesnudo por la vida era demasiado para los finolis franceses de la época colonial, así que les obligaron a vestirse. Ahora el pueblo Lobi lleva ropa occidental, la que se vende de segunda mano en los mercadillos de grandes ciudades Africanas, esa que vosotros depositáis en los contenedores para la gente que lo necesita, pero que ellos tienen que pagar, porque no es más que otro negocio en el que se enriquecen muchos intermediarios. 

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En las casas lobi no existe el consumismo occidental y solo tienen una camiseta o camisa y unos pantalones. La ropa occidental de segunda mano que se vende en los mercados, es demasiado frágil para aguantar el duro trabajo físico que realizan y si a esto unimos polvareda que hay en los caminos, termina en un telediario hecha girones o hasta arriba de polvo. Afortunadamente muchos de ellos se visten con las preciosas y coloridas telas africanas con motivos geométricos.

Los Lobi y el Animismo. 

Una de las cosas que no puede faltar en una casa lobi es un fetiche protector. Cuando miraba los fetiches de las casas, tan solo veía una amalgama de barro aderezado con trozos de troncos, alambres, hierro, plumas y coronado con algún chorrito de sangre medio seco, de algún pollo o gallina de guinea que había sido víctima de algún ritual.

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Independientemente de la influencia actual del islam o del catolicismo, los Lobi son fervientes seguidores del animismo y mantienen su creencia en los espíritus que se esconden en los árboles, ríos, cuevas o rocas y que se representan a través de muñecos de madera que vi en algunas sukalas. Muchas veces reconozco que entrar en una habitación llena de muñecos de madera, con una oscuridad total me daba un poco de grima. Los muñecos sirven para venerar a “Thila”, es decir, a los espíritus. Y una de las cosas que siempre demanda Thila, es la realización de sacrificios.

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Veréis que el río Mouhoum atraviesa muchas de las aldeas. Este río tiene mucha importancia para los Lobi ya que para ellos representa la línea entre este mundo y el del más allá. Según la tradición Lobi, los espíritus de los fallecidos deben de cruzar el río Mouhoum para encontrarse con sus antepasados. Vamos que es como si fuera un túnel del tiempo. Por esta razón en su orilla se hacen muchos rituales, incluido el del joro y se consideran a todos los seres que viven en él completamente sagrados.

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Las Ruinas de Loropeni

En el País Lobi se encuentran unas misteriosas ruinas, las de Loropeni. Las ruinas no tienen nada en especial, solo se ve un muro de unos 6 metros, pero allí no había nada más.

La función que cumplió ese recinto sigue siendo un misterio, ni siquiera se sabe quién la construyó.  Se piensa que pudo ser una fortaleza que servía de refugio a las caravanas de oro que pasaban por esa zona durante los siglos XIV y XVII. Lo curioso es el material que se empleó en su construcción, piedras, en vez del adobe tradicional que se emplea en las construcciones Lobi. La verdad es que el lugar no merece mucho la pena.

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Los paisajes que rodeaban las aldeas lobi eran realmente bonitos. Mangos gigantescos con unas formas tan perfectas que hubiera parecido que un jardinero los había podado con escuadra y cartabón. Había zonas que los mangos formaban hileras y tenían un tamaño tan grande, que sus copas tupidas formaban túneles. Un lugar perfecto para los aldeanos que se tumbaban un rato a la sombra para huir del intenso calor.

En la zona también había baobabs, me encantan los baobas, pero como cuando estuve en Burkina era invierno así que estaban calvos y solo asomaban sus grandes flores rojas.

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Me quedé sentada al lado del  jefe del pueblo. Comenzaba a ponerse el sol inundando con tonalidades naranjas y amarillos todo el horizonte. Era uno de esos atardeceres de esos que solo se pueden ver en África.

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Al principio no entendía como el hombre no se había movido de la hamaca de cañas durante toda la tarde que había pasado allí. Luego miré a sus pies y vi que el pobre tenía una terrible elefantiasis en uno de ellos. En Burkina es difícil tanto el acceso a la sanidad como a los colegios, ambos son de pago. Si alguien se pone enfermo lo normal es que el sanador o brujo del pueblo haga las funciones del médico.

Tras pasar tres días visitando aldeas Lobi, mi siguiente parada en mi viaje por Burkina Faso sería para conocer un parque nacional, el Nazinga Park, un parque dónde aún se pueden contemplar las manadas de elefantes en Burkina Faso, pero esa es otra historia.

Feliz fin de semana 🙂

22 comentarios en «El país Lobi: Los hijos del bosque»

  1. Los lobi, un nombre precioso en su lengua como en la nuestra: los hijos del bosque. Menuda visita más bonita, nos encanta. Un pueblo con mucha historia y costumbres que chocan con las nuestras haciéndolas a veces difíciles de entender. Nos recuerda mucho a lo que vivimos con los masais en Tanzania. En estas visitas hay que aprovechar cada minuto y aprender todo lo que se puede porque la verdad, merece mucho la pena verlo de cerca y de primera mano. Nos ha encantado y deseando ver la siguiente parada, seguro llena de animalitos . Otro abrazo enorme

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  2. Hola Bea. Espero que salga bien edintificado en tu blog. Un gusto enorme volver a saludarte. Terminé mis asuntos pendientes y ahora estoy de vuelta al ruedo.
    Tu viaje al recuerdo es una delicia a la lectura. Disfruté tu crónica como siempre. Conocer otras culturas tan lejanas, amplia mi conocimientos. Las fotos fantástica. Le dan más realce a tu experiencia.
    Espero que te estés cuidando. Leo que los rebrotes en España se han acentuado.
    Un buen fin de semana. Te eché de menos todo este tiempo. Por eso escribí un nuevo poema. Soñar no cuesta nada.
    Un beso
    Manuel Angel

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    • Hola Manuel!! Que bueno que hayas regresado a la blogosfera . En España todo es un desastre, fuera de control, así que hay que ir con mucho cuidado, que remedio, espero que en Chile esté todo mejor que aquí, lo bueno es que ya va a empezar la primavera para vosotros. Un abrazo y cuídate mucho

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  3. Esta semana, tu entrada parece más un documental y gracias a él hemos conocido más sobre esta singular tribu. Me extraña que no intentasen tirarte los tejos algún lobi para ponerte una sukala de lujo. Creo que fuiste muy afortunada de ver su forma de vida. El mundo está cambiando muy deprisa y es probable que todas estas culturas desaparezcan.
    Un beso y que disfrutes de tus vacas.
    Horacio

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    • me temo no ser su tipo, oye pero estaría bien eso de vivir en una sukala de lujo en África, no me digas que no,En cuanto pueda quiero volver a África, es cierto q dentro de poco será un recuerdo que contaran los antropólogos, así que hay que aprovechar. Ya a punto de ✈️️que ganas!! Un besote y buen finde

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  4. Otra maravilla documental que nos muestra una cultura tan distinta a la nuestra de una forma muy directa y personal.

    ¿Sabes en qué pensé cuando describiste la oscuridad de las viviendas Lobi? En que unos ojos acostumbrados a eso, en un cielo como el que allí tienen, con poca contaminación lumínica, las noches tienen que ser espectaculares, el firmamento que ellos han de ver más quisiéramos para nosotros.

    También me parece una gran pérdida esa tendencia a la desaparición de sus construcciones tradicionales, pero también ha ido sucediendo en nuestras culturas.

    Abrazos y feliz semana.

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    • Pues no te imaginas cómo son las noches allí. Nunca olvidaré las noches que hice cerca de allí en Mali en la falla de Bandiagara. Dormia en la azotea de las casas, que allí son tb de adobe, pero los techos están aterrazados. No te haces una idea de cómo eran aquellos cielos, brutales para hacer fotos. Allí la electricidad no ha llegado así que es un lujo para ver el cielo. Entiendo que muchas cosas se pierdan porque todas las personas aspiran a vivir con más comodidades, pero me da pena que gracias a la globalización se dejen de lado aspectos culturales tan diferenciales y únicos, en fin, las cosas de la evolución. Lo bueno es que aún podamos ver estas cosas. Buen finde

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  5. Preciosa la entrada y las fotos Bea.
    Historia desgranada de manera que no quede en el tintero ningún aspecto de esa cultura.
    Me encanta lo de tener las joyas y cosas de valor controladas dentro de utensilios que se pueden romper y pillar al ladrón. ¡Pero que bien pensado!. No hacen falta compañías de seguridad.
    Lo de ir a quejarse a la suegra sobre su hijo, eso siempre es mala idea en cualquier cultura. Jaja. Esa no es la excepción.
    Desgraciadamente, la ropa donada se vende. No hacen falta más comentarios.
    Más bonito el colorido africano que es tan alegre.
    Una alegría leerte y ¡disfruta!!!

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    • Has visto como todas las culturas tienen algo en común? Jaja!! Lo de la ropa es que cada vez que voy a África me indigna, debería llegar gratis si es una ONG no? En fin!!ya estoy al ladito del mar que gozada!! Un beso grande Luisa y disfruta del finde

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      • Totalmente de acuerdo en lo de las culturas. Jaja.
        No me hagas hablar ni de las ong ni del resto de cosas que no estoy para sulfatarme más de lo que estoy. Lo dejamos ahí.
        Lamento que a estas alturas (respondo tarde y a rastras) ya no estarás al ladito del mal pero imagino que lo has disfrutado muchíiiiiiisimo, lo cual me alegraría mucho.
        Besosssss

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  6. Pues ser un «rompetechos» en una de estas casitas puede salir caro si cascas alguna figurita de madera de esas que veneran. Maravilloso post, como acostumbrados nos tienes. A ver si robo tiempo y me pongo un poquillo al día con los que me quedan. Un mega abrazo! Ánimo y salud! 😉

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    • Muchas gracias David, imagina que me cargó los cuencos de la señora , la verdad es que cuando me dejaban entrar en sus casas alucinaba, no sé cómo se podían apañar en esa oscuridad. Un besote David, pasa muy buena semana y sobre todo cuidate mucho

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  7. Qué interesante parece ser este lugar!!! Y es cierto lo que decís, hay ciertas tradiciones que todo indica que se terminarán perdiendo… hace poco vi un video de un viajero (creo que español) que hacía una reflexión muy interesante al respecto…. me encantó leer el artículo, saludos!

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    • Muchas gracias la globalización mata y unifica todo, el mundo terminará siendo muy parecido, esa es la pena, aunque aún se puede conocer pueblos que mantienen sus tradiciones, habrá que ver durante cuánto tiempo. Un abrazo!!

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