La isla de los lémures está ubicada en el bosque Vakona, cerca de Andasibe, en Madagascar. Esta isla nació como santuario para los lémures que habían sido rescatados de la cautividad así como para aquellos que procedían de zoos. Ninguno podía ser devuelto a su medio natural, puesto que ya no eran capaces de valerse por sí mismos.
Han pasado muchos años desde la creación de este proyecto privado y la mayor parte de los lémures que ahora viven aquí son los bisnietos de los primeros que llegaron a la isla.
Los lémures no pueden nadar por lo que no pueden salir de esta isla, están en un entorno de semi cautividad controlado. Algunos son frugívoros pero la mayor parte de ellos se alimenta de los brotes tiernos de las hojas de los árboles o de semillas. Habíamos leído que los guardabosques de la isla de los lémures les daban trocitos de plátano, ya que les encanta y servía como aliciente para que acercasen más a los turistas, de echo leímos que con el reclamo del plátano llegaban incluso a saltar sobre los hombros de los visitantes. Nosotros no vimos nada de esto, ni tampoco vimos que les alimentaran para que saltaran cual mono Amedio sobre nuestro hombro, al menos mientras estuvimos allí.
Ya sabes que en los últimos años se han acrecentado las críticas sobre lugares que utilizan a los animales cual “monitos de feria”, como un reclamo turístico para que los turistas se haga la foto. Y esto pudiera hacerte pensar que la isla de los lémures es una especie de seudo zoo. Pero afortunadamente no lo es y creo que el delicado equilibrio entre el respeto a los animales y la interacción humana aquí no se rompe.
Este es un lugar diferente y hoy te contaré las razones por las que a nosotros nos encantó la isla de los lémures.
Razones para ir a la Isla de los Lémures
Madagascar está ligada íntimamente a sus lémures y baobabs. Cuando viajes por la isla roja seguro que visitarás muchos Parques Nacionales donde encontrarás un montón de lémures en libertad. La experiencia de ver lémures en su medio natural siempre es emocionante, pero te vas a dejar el cuello mirando hacia arriba, ya que se pasan la mayor parte del tiempo en las altísimas copas de los árboles.
Aunque en varias ocasiones tuvimos la suerte de verlos de cerca, fueron casos puntuales y lo normal es que les viéramos en las alturas, por lo que necesitarás unos buenos prismáticos o un buen objetivo para verles mejor. Además, para ver lémures tendrás que internarte en la selva y si tienes problemas de movilidad o vas con niños será un asunto complicado.
En la isla de los lémures la experiencia es distinta y es una buena oportunidad para ver muy de cerca a los peludos más famosos y encantadores del país, puesto que los lémures aquí no tienen ningún miedo a los humanos.
Los lémures a diferencia de otros simios no son nada agresivos, aunque nosotros no quisimos tentar a la suerte y acercarnos mucho a ellos, porque al fin y al cabo son animales salvajes y puedes llevarte como recuerdo un buen bocado. Pero verlos tan de cerca mereció realmente la pena.
El entorno de isla de los lémures no puede ser más espectacular, en plena naturaleza. Este no es un lugar donde vivan encerrados, sino que la isla tiene varias hectáreas de terreno a su disposición con una vegetación exuberante y altísimos árboles donde campan a sus anchas. El lugar es realmente bonito.
Además, no solo se trata de una isla sino que son varias, separadas por canales de agua de poca profundidad. Nosotros tan solo fuimos a una de ellas, las otras islas no se podían visitar, al menos cuando estuvimos nosotros en octubre de 2022. Como hay poca distancia entre ellas, podíamos ver desde la orilla lo que se cocía en la isla de enfrente. Sus árboles estaban plagados de lémures sifacas que saltaban y jugaban.
Que hicimos en la isla de los Lémures
Estaba atardeciendo cuando fuimos a la isla de los lémures, era una buena hora porque en aquel momento no había nadie. El viaje lo iniciamos en el embarcadero donde cogimos una canoa para cruzar el río.
En un principio pensé que íbamos a dar una vuelta con la canoa, ya que hay varios canales, pero en realidad se coge para no mojarse. Creo que hicimos el viaje más corto de nuestra vida porque en medio minuto ya habíamos llegado a la otra orilla.
Nos pusimos a andar por el sendero y no habíamos dado dos pasos cuando los lémures hicieron acto de presencia. En nuestro recorrido vimos 5 especies de lémures diferentes: El lémur marrón, que emite un gruñido similar al de un cerdito, el lémur ratón que es uno de los más pequeños, pero también vimos lémures ruffo blanco y negro así como lémures rojos. En las islas también vivían lémures bailarines es decir, el lémur sifaca diademado. Para ver a todos ellos en acción echa un ojo al video resumen de nuestro paso por la isla de los lémures de Madagascar.
Todos los lémures están en grave riesgo de extinción, por culpa del hombre. Madagascar no es un país rico, la gente pasa hambre, así que los habitantes de muchas aldeas cazan lémures rufo blanco que son de gran tamaño y tienen mucha carne. Otro grave problema que tienen los lémures son las prácticas agrícolas humanas de tala y quema tan extendidas en Madagascar. Cada día merman más y más los bosques que sirven de hábitat a los lémures, su ecosistema se está devastando así que la población de lémures va en descenso. Que difícil es la ecuación ecología y pobreza.
Ver de cerca a los lémures fue todo un privilegio ya que son animales tiernos y muy peculiares. Guardan sorpresas y curiosidades que seguro que desconoces ¿Sabías que además de las abejas los lémures también polinizan las flores? Pues así es y sabías que ¿Son ellas las que llevan la batuta ya que sus sociedades son matriarcales? Pues también. Ellas son las que marcan el territorio y las primeras que tienen derecho a zampar. Son muchas las curiosidades que hay sobre los lémures que te iré contando en otras entradas.
Un hotel en medio de la Selva
Pasamos en la isla de los lémures alrededor de una hora. Cerca de la isla hay una especie de granja de cocodrilos, este lugar sí debe ser un medio zoo pero no te lo puedo confirmar porque no fuimos. Regresamos a nuestro hotel y dimos un paseo por los alrededores. Durante un par de días nos alojamos en el Hotel Vakona, un hotel con arquitectura de estilo malgache situado en un entorno y ubicación privilegiado. Su recepción y restaurante se encuentran frente a un lago rodeado por la exuberante selva, es un lugar con vistas privilegiadas y de noche lo único que escuchábamos era el sonido de la naturaleza.
Este es un buen lugar para alojarse si tienes previsto conocer los parques nacionales de la zona, ya que a 15 minutos está el Parque Mantadia Andasibe. Dimos un paseo y terminamos tomando una cerveza en la terraza. El día siguiente fuimos a explorar el Parque Nacional de Andasibe, además de camaleones, pájaros y lémures vimos a uno de los lémures más grandes e increíbles de Madagascar el «Indri Indri«, pero esa es otra historia.
Feliz fin de semana 😊
