Vagando Por Mundopolis

Al Hamra, Misfat y El sistema de regadío Falaj

Viajamos a Al Hamra y Misfat, dos pueblecitos situados al noroeste de Omán. Están situados en la región de Al Dakhiliyah, a unos 200 Km de Muscat la capital de Omán así que, no están muy lejos de esta. Hay varias razones para venir a conocerlos, no solo porque Al Hamra y Misfat son pueblos de adobe con una curiosa arquitectura sino porque también en ellos se conserva el pasado más tradicional del país.

Además, aquí conoceríamos uno de los sistemas de riego más antiguos y característicos de Omán, el Falaj. Éste es un ingenioso sistema de regadío, en una zona, dónde el agua es un bien más que preciado porque todo el entorno es desértico. Así que te sorprenderás del vergel que te vas a encontrar.

Al Hamra

Al-Hamra-oman
Al Hamra es uno de los pueblos más antiguos de Omán. Se fundó hace mas de 400 años bajo el reinado de la dinastía Ya´roubi. Está ubicado a 600 metros a los pies de las montañas Al Hajar. Al norte de Al Hamra se encuentra el pico más alto de Omán, el llamado Jebel Shams, con sus imponentes 2.980 metros.

El pueblo ha logrado mantenerse exactamente igual que hace 400 años. En su tiempo, Al Hamra fue una prospera ciudad agrícola, en la que se construyeron al estilo yemení, un montón de casas de adobe que llegaron a tener hasta tres pisos de altura. Los tejados se cubrían con hojas de palmera trenzada y las puertas que aún podéis ver, son de madera y están completamente decoradas.

La mayor parte de las casas de Al Hamra están semiderruidas y abandonadas, pese a esto el pueblo es pintoresco y está llena de encanto. Lo mejor para conocer esta pequeña aldea, es perderse por sus estrechas callejuelas. Aunque ahora solo reina el silencio, cuando observas sus casas te das cuenta que su pasado debió ser muy bullicioso y que debió ser muy diferente a su soledad actual.

El ambiente es extraño ya que en Al Hamra, apenas vimos gente, había mas casas abandonadas que habitadas. Era una sensación un tanto inquietante, quizás tenía un punto de fastanmagorica. Es esa sensación que se tiene en los pueblos abandonados, en los que aunque no haya nadie, sus paredes parece que nos quieran hablar y contarnos historias de un pasado mejor.

En muchas de las casas había desperdigados por el suelo libros y ropa. Daba la sensación de que los habitantes de Al Hamra hubieran salido de prisa y corriendo, sin recoger sus cosas. Supongo que simplemente se trasladaron a casas más modernas. Detrás de las casas de adobe de Al Hamra construyó un pueblo con casas nuevas y supongo que dejaron allí lo que no les hacía falta, en vez de llevárselas.

Una de las casas del Al Hamra ha sido restaurada y ahora es un museo, se llama Bait al Safa. Aquí podéis conocer cómo era la vida en este pueblo durante la época del sultán de Gaboos. El museo, ha recopilado antiguos objetos de la vida cotidiana de los habitantes de Al Hamra y la casa está decorada al estilo tradicional omaní, recreando como fue la vida en este pueblo. Es un intento de revitalizar y no olvidar su pasado, estaban planeando preparar cursos para enseñar como hacer pan de forma tradicional. Te enseñan como se obtiene el aceite de enebro y también como se muele el café o como hacen artesanías locales.

Al Hamra es un buen lugar para probar el café omaní, ya que se elabora de forma tradicional y tener en cuenta que el cafe omaní se considera uno de los más ricos del mundo, así que aprovechar la oportunidad :).

El nombre del pueblo «Al Hamra» significa en castellano «rojo». Se puso este nombre por el color rojo del adobe con el que se construyeron todas sus casas.

Misfat

De nuevo regresamos al coche. Muy cerca de Al Hamra a tan solo 5 km, se encuentra Misfat. Misfat se construyó en las rocas de las montañas de Al Hajar y esta es otra de las aldeas que no os podéis perder si viajáis a Omán.

Misfat está alejada de toda modernidad y podéis ver la marca de la tradición omaní impresa por todos los lugares de la aldea.

Misfat es otro de los pueblos más antiguos de Omán. Fue fundado por la tribu Al Abri y parte de sus descendientes aún continúan viviendo aquí.

El pueblo es un laberinto de calles estrechas y empinadas, flanqueadas por casas construidas a la forma tradicional omaní. La mayor parte de ellas, al igual que sucede en Al Hamra, están hechas de adobe. Desde las ventanas colgaban jarras de agua en tinajas, una buena forma de refrescarlas.

A Misfat se la llama también «montaña verde». Su sobrenombre lo recibe, por el contraste cromático que dan las huertas, las veréis en los alrededores del pueblo, en contraste con las montañas secas y desérticas que lo rodean.

El milagro verde de Misfat se produce gracias a un sistema de riego muy ingenioso, el sistema de regadío falaj.

Papayas, limoneros, bananas, palmeras datileras, granados y huertas, nos rodeaban por todos los lados. Era increíble, un oasis verde en mitad de un auténtico secarral.


¿Pero cual es el secreto para que el agua fluya en Misfat y nos encontremos este oasis en mitad de las montañas?

La respuesta es de este milagro omaní os lo explico a continuación.

El falaj

En Misfat podréis ver uno de los sistemas de regadío más antiguos de Omán El Falaj.

Según los arqueólogos este sistema de riego pudo empezar a ser utilizado desde el 2.500 AC. Sin embargo, no se conocerían su existencia hasta el S.VI. En el 2006 la Unesco declaró 5 de estos falaj de Misfat Patrimonio de la Humanidad.

En Omán hay entre 3.000 y 4.000 falaj.¿ Pero sabéis que es un falaj? Os explico como son capaces de obtener agua en un entorno desértico.

¿Que es un Falaj?

Aflaj es el plural en árabe de falaj. La traducción en castellano de esta palabra es «canal» y es una forma de riego que se utiliza para distribuir el agua de forma igualitaria, entre los diferentes huertos.

Los habitantes de Misfat cogen lo que necesitan para su consumo. El resto se distribuye entre los cultivos dividiéndose de forma equitativa entre las diferentes parcelas agrícolas.

En un lugar tan árido como Omán, este ingenioso sistema de riego falaj, permite llevar el agua proveniente de manantiales y acuíferos situados en las montañas, a través de túneles subterráneos hasta las huertas. Lo mejor de todo, es que no interviene ningún sistema mecánico que ayude a extraer el agua.

Primero se elige la zona de mayor altitud de la montaña, que es dónde está situada la fuente original. Allí excavan un túnel vertical y una vez que se llega a la fuente de agua, se seguirá excavando, pero esta vez horizontalmente, con una ligera inclinación, para que la gravedad haga el resto. Cada 30 metros se hace un pozo, así se permite tener acceso al agua y garantizar además la ventilación.

En cada población, el agua se almacena en grandes cisternas. La red de túneles y canales harán el resto, distribuyéndola hacia los campos de cultivo.

Tipos de Falaj

Hay tres tipos de Falaj

Dawoodi Falaj: Que obtiene el agua de las profundidades de la tierra a través de túneles.

Los Ghaili Falaj: que recibe el agua de estanques o arroyos.

Ayni Falaj: que obtiene el agua de manantiales y pozos.


En todas las zonas dónde hay falaj veréis que hay torres de vigilancia. Y es que, un bien tan preciado y escaso como el agua, tenía que ser protegido, por eso se construyeron esas torres con forma de castillo.

La distribución de agua entre los diferentes predios se realizaba siguiendo una estricta planificación de tiempo. Para lograr hacer bien los cálculos se basaban en la posición del sol y las estrellas.

Hay unas piedras que hacen las veces de compuertas. Se llaman «sarjra» y se usan para abrir y cerrar el canal. Una vez se abre el agua fluye hacia los diferentes predios. En cada falaj hay un vigilante-juez para solventar los conflictos que puedan derivarse de la distribución del agua.

Los agricultores de Misfat, emplean una parte de los beneficios obtenidos en la venta de los productos de sus huertas, en mantener el falaj.

Esta forma tradicional de riego está en grave peligro de extinción, ya que las nuevas generaciones se están marchando a la ciudad y lo peor es que, muchos de los acuíferos se están secando por la sobre explotación.

Muchos de los falaj se están abandonando y los secretos de esta forma tradicional de riego, se van perdiendo. Los ancianos de lugar se llevan a la tumba los secretos de su funcionamiento sin que los jóvenes tengan ningún interés en perpetuarlo.

Resulta increíble que en un entorno tan montañoso y árido, discurra el agua por los canales. Son como pequeños ríos y llegan a todas las huertas de la aldea impulsadas tan solo por la gravedad.

Si os queréis quedar a dormir aquí, podéis hacerlo. Algunas de las antiguas casas de Misfat fueron reconvertidas en hoteles para acoger a los turistas que visitan la zona.

El pueblo es tranquilo sosegado. Es muy agradable pasear entre los palmerales y seguir el recorrido de los falaj con el agua repiqueteando.

En la entrada de Misfat hay un cartel en el que podéis ver los senderos y caminos que podéis recorrer. Los tenéis en el mapa de abajo, y también viene indicado todos los lugares que tenéis que ver en Misfat.

Delante de Misfat hay un mirador. La vista es muy bonita, de postal, ya que el pueblo está parapetado por las áridas montañas y rodeado por un vergel de huertas y palmeras

Si viajáis a Omán, os recomiendo hacer una parada en Al Hamra y Misfat. Son pueblos que aún guardan toda la tradición del pasado, con una arquitectura sorprendente que merece la pena conocer.

Normas para visitar Al Hamra y Misfat

Tener en cuenta cuando vayáis a visitar estos pueblos que hay que seguir una serie de normas. Son más de civismo que otra cosa, pero supongo que por culpa de gente faltona, en la entrada de Al Hamra y Misfat un cartel nos recuerda las normas que se han de seguir.


Si os invitan a conocer sus casas recordar lo siguiente:

Datos prácticos para viajar a Al Hamra y Misfat


Como llegar a Misfat y Al Hamra

No hay transporte público, así que podéis alquilar un coche, coger un taxi o ir en un coche con conductor. Las carreteras están bien y hay poco tráfico.

Dónde alojarse en Misfat y Al Hamra

En ambos pueblos han restaurado casas que se han reconvertido en hoteles. Las encontraréis en cualquier buscador web de hoteles.

Nuestra siguiente parada sería para conocer La región de Al Dakhiliya uno de los lugares más pintorescos del Sultanato de Omán para hacer una ruta de senderismo y conocer el Wadi Ghul, también llamado el Gran Cañón de Omán.

Feliz fin de semana 🙂

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