Vagando Por Mundopolis

El Lago Rosa de Senegal

Uno de los lugares más conocidos de Senegal es el lago rosa. Su peculiar tonalidad, unido a que está ubicado en un entorno de lo más atractivo, convierten al lago Retba, (que es como realmente se llama realmente el lago rosa de Senegal) en uno de los lugares imperdibles de Senegal.

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La zona donde se encuentra es muy visual, allí se mezcla el brillo dorado de las dunas con el azul vibrante del océano Atlántico y el deslumbrante blanco de las montañas de sal que se amontonan en la orilla del lago. Este paisaje lleno contrastes, sirvió para que fuera elegido como meta del Rally Paris-Dakar, durante el tiempo en el que se celebró en Senegal. Una publicidad que le vino muy bien al lago Retba para ser conocido a nivel mundial.

Cuando el Paris-Dakar abandonó las tierras africanas para marcharse a Sudamérica, el lago rosa recuperó su quietud y ahora, a parte de algún turista perdido que pasea por sus orillas, por allí solo os encontraréis a los recolectores de sal con sus quehaceres diarios.

Que se puede ver en el Lago Rosa

Mientras estuvimos allí, lo que más esperábamos era ver el color rosa que caracteriza este lago, así que dimos un buen paseo esperando encontrar algún destello del color favorito de la Barbie. Pero más que rosa, era una mezcla azul grisáceo. A siempre vista solo vimos pequeños reflejos, nada que ver con aquellas fotografías aéreas que habíamos visto, en las que se veía el agua de un color rosa chillón. Anduvimos bastante alrededor del lago encontramos algunas partes del lago con un color más intenso.

Aunque a primera vista no lo parezca, el lago rosa acumula tanta sal como la que se puede encontrar en el Mar Muerto, pero aquí no sirve para pasar el rato flotando en el agua, sino que se le dio mejor utilidad. En los años setenta decidieron rentabilizar este recurso y comenzaron a extraer su sal para comercializarla.

La sal se utiliza sobre todo para la conservación de los pescados y también para curtir el cuero. No solo se consume aquí en Senegal, sino que también se exporta a otros países africanos como Costa de Marfil e incluso llega a Europa, aquí se utiliza en las carreteras que se hielan durante el invierno. Esta es la explotación de sal más grande de África Occidental.

El lago es grande tiene unos 3 km². Mientras paseábamos había zonas de la orilla que eran todo un espectáculo, una sucesión de montañas de sal e hileras de sacos rebosantes. Como el precio de la sal tiene muchos altibajos, cuando caen los precios, se dejan los sacos en la orilla a la espera de que suban los precios.

No teníamos nada mejor que hacer, así que nos quedamos un rato con los recolectores para ver como sacaban el oro blanco del lago rosa. Recolectarla no es un trabajo fácil, sino que se las trae, es una actividad dura y penosa. Los recolectores iban y venían entrando en el agua hasta que les llegaba a la cintura.

Nos dijeron que pasaban dentro del agua más de siete horas al día. Para sacarla utilizaban unas herramientas de lo más rudimentarias: una palangana de plástico, una pala y un palo. Las herramientas metálicas aquí no sirven porque se oxidarían.

Otros llenaban sus canoas y cuando estaban llenas, pueden llevar desde una a tres toneladas de sal, las llevaban hasta la orilla para que las mujeres las descargaran.

La sal está en el fondo del lago cubriéndolo como si fuera una costra. Después de romperla, los que no tenían canoas la sacaban en cubos y las llevaban hasta la orilla dónde se acumulaba en grandes montones. Sin duda la piel de los trabajadores es la que más sufre en todo este proceso.

Para evitar que la sal les destroce la piel, tienen un remedio bastante efectivo, embadurnarse antes de meterse en el agua con manteca de karité.

¿Por qué el Lago Rosa es rosa?

Su distintivo color rosa es causado por la bacteria llamada Dunaliella salina, un alga que adora la sal y la luz. Para poder absorber la luz solar produce un pigmento rojo, pigmento que es el causante de teñir el agua de color rosa. 

Su color es especialmente visible durante la estación seca (que dura de noviembre a junio). Nos dijeron que en el mes de enero es cuando el lago rosa alcanza su mayor intensidad de color. Sin embargo, durante la estación lluviosa (de julio a octubre) es cuando menos se aprecia su color. Esta alga no solo es la responsable de teñir el agua de color rosa sino también hace que muchos flamencos tengan este color en su plumaje.

Los organismos vivos no pueden sobrevivir en el lago Retba debido a su alto contenido de sal, por lo que sirve para producir sal y como atracción turística.

Muchas mujeres venden pulseras, muñecas y pequeños adornos en sus canastillas. Os puede venir muy bien para hacer un regalo, o para vosotros, son muy baratas y además así ayudareis a su economía local.

Este no es el único lago rosa del mundo, sino que podemos encontrar más. Ya os hablé de la Laguna Colorada en Bolivia. Allí sí que se apreciaba el intenso color rosa y además el lago estaba lleno de flamencos. En otras latitudes otro famoso lago rosa es el Hillier en Australia, también hay otro en Arabia Saudita y en Azerbaiyán. Pero si queréis contemplar este fenómeno de la naturaleza aquí en España, podéis ver un lago rosa en el Parque Natural de las Lagunas de la Mata, en Torrevieja, Alicante.

Cómo llegar al Lago Rosa de Senegal

Es fácil llegar hasta el lago rosa desde Dakar, ya que tan solo se encuentra a 50 km. Tardamos en llegar más o menos una hora. En los alrededores del lago no había ninguna ciudad.

Mejor época para visitar el Lago Rosa

El mejor momento para visitar el lago rosa de Senegal es durante el periodo seco que va de los meses de noviembre a junio, ya que es en este periodo cuando se intensifica la tonalidad rosa del lago.

Nosotros fuimos en marzo y como os dije antes el color no era tan escandaloso. Solo vimos tenues reflejos rosas en el agua.

Que hacer en el lago Rosa de Senegal

Además de dar una vuelta por el lago también podéis recórrelo en canoa e incluso daros un chapuzón y flotar en el agua sin mover ni un solo músculo. Eso sí, si os queréis bañar no podéis tener el más mínimo rasguño en la piel salvo que queráis ver las estrellas.

Si queréis bañaros hacerlo cerca del Hotel Palal, os tomáis allí algo para poder ducharos y de paso podrás limpiarte toda la sal que se te habrá quedado pegada en el cuerpo.

Nosotros comimos en este hotel y otra de las cosas que hicimos después fue recorrer las dunas que lo rodean en plan “rally Dakar” en 4X4. Aunque no me gustan las actividades motorizadas en el desierto, nos lo ofrecieron en el hotel y como no teníamos pensado hacer nada después de la comida nos animamos. Fue divertido la verdad, aunque fue un poco patochada ir brincando por las dunas con un conductor que estaba como una moto.

Otra de las cosas que nos ofrecieron fue conocer Niaga un pueblo cercano a Lac Rose, pero había leído que no tenía nada de interés, que era un poco trampa de turistas. Lo que si os recomiendo es acercaros hasta otro lugar con una impresionante playa, Kayar.

Kayar

Quizás Kayar sea el mayor centro pesquero de Senegal. El pueblo formado por una mezcla de casas de bloques de hormigón y pequeñas chozas de los fulani que se extiende en paralelo a una preciosa y kilométrica playa.

En Kayar la mayor parte de la población se dedica a la pesca y acudir a la playa tanto para ver como se echan al mar los pescadores. como para ver como retornan, es un auténtico espectáculo.

El Océano Atlántico no es que sea precisamente tranquilo. Las olas embravecidas y las fuertes corrientes son todo un desafío para las barquitas de colores de los pescadores de Kayar.

Las olas eran tan altas que casi ponían las barcas en vertical. Hacía falta tener muchas agallas para enfrentarse al Océano. Un error podía tener como consecuencia que se cayeran tanto ellos como las capturas que guardaban en sus barcazas.

En Kayar la pesca que se realiza es artesanal, las barcas se construyen en la misma playa, incluso había una zona que servía de astillero improvisado.

Una vez llegan a la playa toca vender la mercancía, Kilos y kilos de pescado van saliendo de los barcos. Las mujeres con sus coloridos vestidos se mezclan con los niños y pescadores en un ir y venir, es todo un espectáculo visual y olfativo, muy parecido al que vimos en Saint Louis como os conté en otro post.

Tras pasar un buen rato en la playa continuamos nuestra ruta rumbo al desierto de Lompoul, situado en la región de Kebemer dónde pasaríamos la noche. El desierto de Lompoul tiene sin duda las dunas más chulas de Senegal, pero esa es, otra historia.

 Feliz fin de semana 😊

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