Vagando Por Mundopolis

Los pasos de montaña más espectaculares de Tíbet

Pasos de montaña de vértigo, glaciares, cimas que rozan el techo del mundo. Hoy os hablaré de nuestro paso por el Glaciar Karola y también de los pasos de montaña de Tíbet.

Cuando viajas rumbo al Everest sabes que tendrás de recorrer la cordillera del Himalaya por unas carreteras y pasos de montañas de infarto. Muchos se llevan todos los récords de altura, por lo que antes de viajar al Tíbet lo primero que me preguntaba era cómo respondería mi cuerpo a la altitud, ya que la mayor parte del viaje discurriría a más de 4.000 metros sobrepasando muchos días más 5.000 metros de altitud.

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Una de las peores cosas que te pueden pasar en sitios como estos es que te entre mal de altura, algo que puede fastidiarte y mucho, el viaje. Esa era mi mayor preocupación, aunque tuve suerte y no tuve ningún problema. Quien sabe, quizás porque me pasé el día bebiendo agua y me alimentaba principalmente de sopas y verduras, pero que te entre o no mal de altura es una lotería. Más adelante os contaré lo que me ha funcionado siempre que he viajado a países con mucha altitud.

Lo que sí os diré, es que en cuando pasaba de 4.000 metros cualquier paseo, cuesta o escalera me costaba subirla un potosí. Tenía que andar a cámara lenta, cual Chiquito de la Calzada y a la mínima carrerita, estaba que echaba el bofe fuera.

Cuando piensas en el Tíbet lo primero que te viene a la cabeza son monjes, monasterios y espiritualidad, pero hay que añadir que los paisajes que te vas a encontrar en el país de los Himalayas son brutales, de los más espectaculares que puedes ver en el planeta. En Tíbet se encuentran las 14 montañas más altas del mundo que sobrepasan los 8.000 metros de altitud y 5 de ellas, nos las encontraríamos mientras viajamos por la prefectura de Shigatse. Ya solo por contemplar los paisajes que se ven desde los muchos de los pasos de montaña de Tíbet, hará que tu viaje hasta aquí, ya haya merecido la pena.

El Glaciar Karola

La última vez que os hablé del Tíbet, nos quedamos en el lago Yamdrok. Regresamos a la furgoneta para echarnos de nuevo a la carretera. Aunque muchas veces no había mucha distancia entre trayectos, se tardaba mucho, no porque estuviera en mal estado el asfalto, ni porque los coches fueran malos, sino porque la velocidad está limitada a 40 km/h y había muchos check points en el camino. En función del tiempo que tardabas de un punto a otro, sabían si habías excedido el límite de velocidad y si te pasabas, multa al canto.

A pocos Kilómetros del lago Yamdrok se encuentra el Glaciar Karola. Para llegar no hay que hacer ninguna ruta de senderismo, ni subir cuestas, ni hacer ningún esfuerzo, puesto que es un glaciar de carretera. Suena mal esto de glaciar de carretera, pero es que está a 300 metros de la carretera, así que nada más bajar del coche nos encontramos frente a él.

Hacía un frío que pelaba, se puso a nevar y una espesa niebla empezó a cubrir todo el paisaje. Estaba tan aterida de frío que me puse todo lo que tenía a mi alcance, así que entre las capas de ropa que llevaba y la altitud, casi ni me podía mover, era como el muñeco Michelin.

El glaciar Karola ha servido de escenario a muchas pelis que en China han sido muy famosas, aunque aquí no son conocidas, como Red River Valley.

Aunque los glaciares siempre se ven imponentes, son muy frágiles y son una muestra palpable de los efectos devastadores que está causando en nuestro planeta el calentamiento global. Cuando os hablé de los Glaciares de Balmaceda y Serrano en Chile, ya os conté como estaban retrocediendo y al Glaciar Karola le sucede exactamente lo mismo.

Sus dos lenguas de hielo caen como una cascada desde la cima del glaciar, pero cada año son más pequeñas y no hacen más que retroceder. Los Himalayas alimentan los principales ríos de Asia como el Ganges, el Mekong o el Yangtze, de los que dependen miles de personas, por lo que la reducción del flujo de agua en estos ríos sería una auténtica catástrofe.

El Karola no es un glaciar espectacular, pero el lugar es bonito. El tiempo no acompañaba así que no había ni un alma por allí, solo reinaba el más absoluto silencio. Dimos una vuelta por los alrededores, había una estupa rodeada de banderas de oraciones. Nosotros solo estabamos de paso, así que estuvimos poco rato, pero si tenéis tiempo y os apetece, se puede hacer una pequeña ruta en el Glaciar (la entrada cuesta 50 yuanes).

Helados de frío regresamos al coche, nuestro destino sería Gyantse, pero antes de llegar tendríamos que pasar por muchos pasos de montaña de Tíbet y la verdad que durante todo el viaje que hicimos por este país, cruzamos tantos que quiero hablaros de ellos.

Los pasos de montaña más espectaculares de Tíbet

El recorrido desde Lhasa hasta el campo base del Everest es de lo más impresionante, rodeado por imponentes montañas, la carretera zizaguea, sube, baja, atraviesa valles con pequeños pueblos, paisajes desérticos, cruzas gargantas en las que te tienes que detener para que crucen los rebaños de yaks.

En fin, que son muchos los pasos de montañas que vas a atravesar cuando viajas por el Tíbet. Los pasos de montaña son sagrados para los tibetanos, al igual que sus lagos y sus montañas, por lo que siempre los verás llenos de banderas de oraciones que se mecen al son de los vientos gélidos para elevar las plegarias al cielo.

La palabra “La” en tibetano significa paso. Y no solo es el puerto más alto por dónde se cruza la montaña, sino que también, es el lugar donde los dioses buenos y malos se enzarzan en una lucha sin fin. Para que los dioses buenos ganen las batallas, los viajeros budistas que atraviesan los pasos de montaña de Tíbet siempre dejan banderas de oración. Así que siempre se ven cientos de ellas dando color a los paisajes desérticos.

Gangba La Pass

El Gangba La Pass es el primer paso de montaña de Tíbet que cruzamos cuando íbamos en dirección al lago Yamdrok. Se encuentra a 4.280m de altitud. Aquí seguro te encontrarás mastines tibetanos, que posan como auténticos modelos de altos vuelos.

Kampa La Pass

Situado a 4.794 m el Kampa La Pass es un lugar perfecto para disfrutar de las vistas del lago Yamdrok. En la distancia se divisa una de las montañas sagradas del Tíbet, el Noijin Kangsang de 7.191 m.

Karo La Pass

A 5.010 m de altitud se encuentra el Karo La Pass. En este paso de montaña podrás ver el glaciar Karola del que os hablé al principio del post. Desde aquí también podrás ver la montaña más alta de la cordillera Lhagoi Kangri, la montaña Noijin Kangsan.

Simi La Pass

Bajo este paso de montaña a 4.330 metros se extiende el embalse más grande del Tíbet, el embalse Manla. Cuando llegues a este paso de montaña estarás transitando por una de las carreteras más altas del país.

La presa Manla fue el primer embalse que se construyó en Tíbet. Cuando llegamos comenzó a nevar, así que apenas aguantamos unos minutos fuera del coche. Vimos la presa y regresamos corriendo a refugiarnos en el coche.

A partir de este puerto el camino desciende y comienza gradualmente a aparecer la vegetación. Es curioso porque el valle Gyantze, que te lo encuentras justo cuando bajas la montaña, está lleno de campos de labranza y es que, de éste lugar es de dónde sale toda la cebada del país.

Gyatso La Pass

Este paso de montaña es el más alto de la autopista de la amistad, que es la que une Tíbet con Nepal. Gyatso La Pass se eleva a 5.248 metros de altitud lo que le convierte en otro de los pasos de montaña más altos de Tíbet. Recuerdo que hasta el móvil empezó a hacer cosas raras por culpa de la altitud y cada vez que quería hacer una foto la pantalla se volvía loca y se ponía de color rosa fucsia.

Un cartel te indica que has entrado en el Parque Nacional de Qomolanga que es como se llama en tibetano al Monte Everest.

Podéis imaginaros que las vistas desde allí son espectaculares. Tuvimos suerte el día que lo cruzamos porque estaba completamente soleado, sin embargo, es frecuente que aquí haya un tiempo de perros. Si venís en invierno tened cuidado, este paso de montaña tiene fama de peligroso, aquí las tormentas de nieve son muy frecuentes.

Desde aquí podrás ver las montañas más altas del Himalaya y si las nubes lo permiten, verás el Everest. No tiene perdida porque sobresale con sus 8.844,43 metros por encima del resto de las montañas.

Gawu La Pass

El paso del Tíbet que me pareció más espectacular fue sin duda Gawu La Pass. En día despejado puedes ver de izquierda a derecha el Makalu (8.463) el Monte Lhotse (8.516) el Monte Everest (8.516) el Monte Cho Oyu (8.188m) y el Shishapangma de 8.027 metros.

El panorama que se tiene desde este paso de montaña deja sin aliento (y no por la altitud). Hay una plataforma de observación con un cartel frente a las montañas, en el que se indica cuales son y la altitud de cada una de ellas. La sucesión de montañas, las más altas del mundo, es impresionante. Una tras otra formaba un paredón de cubres nevadas dónde se enmarañaban las nubes, desde aquí se tiene una vista perfecta de los Himalayas.

Gawu La Mountain Pass se encuentra en el condado de Tingri, en Shigatse. Aquí se encuentra una de las carreteras más extrañas que he visto nunca, no apta para estómagos sensibles. Retorciéndose con forma de intestino la carretera descendía por la loma de la montaña.

El Gawu La Pass fue la última parada antes de llegar a nuestro destino, el campo base del Everest a 5.200 metros. La vista desde allí es espectacular. El campamento base se encuentra en un valle junto a un río y detrás se levanta el monte Everest.

Si viajáis a otras zonas de Tíbet os encontraréis otros pasos de montaña impresionantes como el Drolma La Pass. Este paso de montaña de Tíbet se encuentra en la ruta de peregrinación al monte Kailash. Otro paso famoso es el Nargen La Pass que está cerca del lago Namtso.

Mal de altura consejos para evitarlo

Que te entre o no mal de altura una vez que sobrepasas los 2.000 metros de altitud es puro azar. No por hacer mucho deporte o estar en una forma física impresionante te va a librar de padecer el mal de altura. Cuando viajas a lugares en los que hay mucha altitud como Tibet, Bolivia o Perú, la falta de oxígeno puede provocarte mal de altura en cualquier momento, así que nunca puedes bajar la guardia.

Los síntomas del mal de altura son el dolor de cabeza, insomnio, pesadillas, cansancio, vómitos, náuseas y en los casos más extremos hemorragias. Si llegas a este punto, el peor de todos, tendrás que dar por finalizado tu viaje y bajar la cota lo más rápidamente posible.

Pero antes de llegar a esto podéis hacer algunas cosas, que al menos a mí, me han funcionado y te servirán para evitar que los efectos del mal de altura arruinen tu salud y tu viaje.

Antes de viajar a cualquier destino que sobrepase los 2.000 metros lo mejor es que pases mínimo tres días aclimatándote a la altitud. Siempre es mejor llegar en coche o tren, que en avión, porque si pasas de repente de una cota muy baja a un alta, tu cuerpo irremediablemente lo vas a notar. Recuerdo que cuando viaje a Perú llegué a Quito en avión. Al cabo de las horas comencé a tener un terrible dolor de cabeza que arrastré durante días. En países andinos tienen mate de coca y otros remedios para paliar los efectos del mal de altura y además, tienes la posibilidad de descender de altitud, pero aquí en Tíbet no.

Bebe mucha agua, este es el mejor consejo que te puedo dar. Tanto en Tíbet como en Bolivia al día bebía mínimo entre 3 y 4 litros de agua. Sí, ya sé que es demasiado, que te convertirás en el mismísimo baby mocosete y vas a pasar el tiempo haciendo pis, pero todo por la causa. Si no encuentras baño, no hay problema, el «natural toilet» será tu mejor amigo. Créeme que nada mejor que beber agua y expulsarla para evitar el mal de altura. Por supuesto cero alcohol, beber alcohol es lo peor que puedes hacer.

Lo que comas es importante, sopas, ensaladas, legumbres, comida ligera es lo mejor, intenta evitar la carne, aunque te apetezca. Recuerdo que cuando llegué a Lhasa me pasé tres días alimentándome a base de sopas y lentejas. Entre eso y los litros de agua que bebía al día, fue lo mejor que pude hacer para aclimatar el cuerpo.

Lleva analgésicos, ibuprofeno o aspirina y al mínimo síntoma de dolor de cabeza, tomate uno, no esperes. Hay medicamentos para el mal de altura. Yo nunca los he tomado, tenéis que consultarlo con el Centro de Sanidad Exterior de tu provincia. Los médicos os podrán indicar que fármacos os podéis llevar y solo se pueden utilizar en casos extremos. Normalmente cuando viajas a estos países los conductores en sus coches llevan botellas de oxígeno, por si alguien se encuentra mal.

Por supuesto nada de sobreesfuerzos, no corras, ni hagas movimientos bruscos porque, aunque no te entre mal de altura, sí notarás que tu cuerpo no responde como lo haría en una altitud más baja.

Nuestra siguiente parada sería Gyantse, conoceríamos un impresionante fortaleza encaramada en una montaña y muchos más lugares interesantes que os cuento en otra entrada del blog.

Feliz fin de semana 😊

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