Vagando Por Mundopolis

Viaje a Benin: El País Somba

Poníamos rumbo al noreste de Benin para conocer uno de los grupos étnicos más peculiares que hay en este país “los Somba” o como también se les llama “Betammaribe”.

Nos levantamos muy pronto. Eran las seis de la mañana cuando cogimos el coche para acercarnos a las pequeñas aldeas situadas a los pies de las montañas de Atacora, amparadas por gigantescos baobabs, estaba amaneciendo y hacía un frío que pelaba.

No te esperas que en África pueda hacer ese frío, pues lo hacía y yo iba muy mal preparada. Estaba tan helada que antes de salir del coche me puse toda la ropa que les sobraba a mis amigos encima que no era mucha, ataviada con un chubasquero para taparme las piernas ya que iba con pantalones cortos nos pusimos a caminar en mitad del campo.

Lo más sorprendente del País Somba son sus construcciones. Unos mini castillos a la africana de adobe. La aldea estaba fortificada y no le faltaban almenas coronadas por techos de paja.

Sus aldeas están concebidas como ciudadelas defensivas, formadas por pequeñas casas de adobe fortificadas con forma cilíndrica.

El significado de Somba es ¨buen albañil¨. Su principal actividad es la agrícola-recolectora y uno de los rasgos más peculiares de este grupo es la arquitectura de sus aldeas las “Tata Somba” u “Otamari Somba”. Pero este no es su único rasgo distintivo.

Este tipo de casas fortaleza las empezaron a construir durante el siglo XVIII para protegerse de las incursiones de otras tribus, la de los Dahomey que andaban por aquel entonces, a la caza y captura de esclavos.

Las casas o tatas del País Somba, se construyen en la estación seca. Los materiales que se utilizan en su construcción son arcilla, agua, madera y hojas, por lo que la capa exterior necesita una renovación anual.

Las casas nuevas de los Somba se construyen sobre los cimientos de casas antiguas, las de un antepasado fallecido. Se hace así, porque es mejor construir en un terreno que ya está libre de malos espíritus. Su anterior propietario, se habrá encargado durante el tiempo que haya vivido en esa casa, en realizar todo tipo de rituales y sacrificios para espantar cualquier mal que pueda rondar la propiedad. Así que, que mejor que tener una casa en un terreno libre de malos espíritus.

La construcción de cada casa es una actividad comunitaria. Por lo que el jefe de la familia necesitará de la ayuda de todos sus hermanos y de los amigos del clan para poder construirla.

En el exterior de la casa de los Somba, normalmente en la entrada de la puerta principal, veréis pequeños montículos. Son los altares para las ofrendas. Normalmente están cubiertos de plumas y sangre, es porque han realizado algún ritual de vudú para proteger el hogar y prevenir las enfermedades.

En las fachadas de las casas encontrareis también fetiches protectores: Cráneos de reses, caracolas, mazorcas o tallos de mijo. Todos elementos protectores de la Tata y de la familia que habita la casa.

Cada vivienda de los somba tiene dos plantas. La inferior, que se utiliza para guardar el ganado y para cocinar y la superior, que es dónde se encuentran las habitaciones y el granero. Encima de estos, en el techo, hay una terraza a la que se accede por un pequeño agujero. La terraza la utilizan para secar el grano.

Los techos de las pequeñas almenas de las tata somba, están recubiertos por unos tejados de paja. Normalmente es de tallos de mijo. Esas estructuras las utilizan para almacenar dentro el grano.

Cuando entré dentro de una de las casas la oscuridad de la planta baja era total. Apenas se veía nada,  la unica iluminación que había era la luz se filtraba desde el orificio que permite subir a la planta superior. Mientras estuve en la planta baja, no podía ver  ni torta. De repente me giro y veo que tenía sentados frente a mi a la abuela y al niño de la casa que estaban tranquilamente sentados, en la oscuridad total.

Que poco tenemos desarrollados los sentidos los occidentales, pensé. En el interior, el acceso a cada planta era difícil. Había que hacer equilibrios en una escalerilla hecha con troncos. Tuve que hacer malabares para no quedarme atorada en los accesos de cada planta.

Los Somba

Los somba son animistas, por lo que en las entradas de las casas siempre encontraremos uno o varios altares vudú. La construcción de sus casas está llenas de simbolismo, lo masculino, lo femenino, las zonas de sombra y luz.

Por ejemplo, el lado oeste de una casa se considera la de la dirección de la vida, por lo que todas sus puertas estarán abiertas en esa dirección. Cada casa es un símbolo de la fertilidad y fecundidad de la mujer. Las fachadas de las casas están decoradas con surcos geométricos realizados por estas.

Lo más llamativo e identificativo de los somba son las escarificaciones de sus caras.

Escarificaciones de los Somba

Las escarificaciones de los Somba consisten en pequeñas líneas horizontales que les practican con pequeñas cuchillas cuando tienen unos dos años. Es un rito de iniciación, un símbolo de entrada y pertenencia a la comunidad.

En el pasado, todos los somba practicaban la escarificación como signo identificativo de la comunidad. En la actualidad cada vez son menos los que las realizan y en muchos países cercanos como Nigeria las han prohibido. No olvidemos la presencia del VIH en la zona y no todos los jefes de las tribus están dispuestos a cambiar de cuchillas, cada vez que se realiza una escarificación. Por lo que en estos días es una práctica peligrosa.

Para el pueblo Somba, las escarificaciones son un elemento de tradición que proporcionan protección y buena salud a quienes las portan.

No solo se hacen estas escarificaciones cuando son pequeños, sino que a lo largo de la vida de un somba, se harán más.

Estas escarificaciones mostrarán otros acontecimientos decisivos en la vida de una persona, como el paso de las niñas a la pubertad. 

Más tarde otras escarificaciones que indicarán que están listas para el matrimonio, los surcos se pondrán está vez en su espalda y abdomen y más tarde se harán otras después de tener a su primer hijo.

Los patrones de la escarificación a menudo son iguales a los dibujos que hay en las fachas de las Tata.

Las heridas tardan en cicatrizar unas dos semanas, para ayudar a la cicatrización pondrán plantas medicinales y ceniza.

Si queréis saber más de los somba, podéis visitar el museo de Natitingou, en el que se relata la historia de este pueblo y hay pequeñas maquetas de adobe de los diferentes tipos de aldeas.

Aún los somba continúan viviendo y practicando sus ritos como hace siglos. Me pregunto cuando la globalización y la influencia de occidente terminará por poner en peligro de grave extinción a uno de los grupos étnicos más peculiares de Benin.

Nuestra siguiente etapa de nuestro viaje por Benin sería para presenciar un increíble baile de vudú el de los Zangbetos.

Feliz fin de semana:)

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